
31/10/2004
Querida Reina,
Cuando leas esto yo ya me habré ido. Todos recordarán la bondad que tuve al acoger a los Pokemon huérfanos y abandonados, y así quiero ser recordado. Mis palabras te confunden, querida Reina, lo se, y siento que así sea. Antes de poder marcharme con el corazón tranquilo deseo dejar constancia del crimen con el que, en silencio, viví durante largos años.
Bajo esta fachada de viejecito inocente que conocéis se esconde un gran científico cuyo orgullo y dolor le llevaron a jugar a ser Arceus. Hace mucho tiempo vivía con mi querida esposa y mi maravillosa y querida hijita Amber. Pero, ah, el mundo es cruel y el destino quiso que mi preciosa hija muriera prematuramente a causa de una enfermedad desconocida. Tras su muerte, mi esposa y yo nos sumimos en una fuerte depresión. Un día, llevada por la misma, mi esposa decidió suicidarse. Tras este terrible suceso, conseguí hacer de tripas corazón y decidí que mi trabajo sería toda mi vida.
Empecé pues a estudiar sobre el misterio de la clonación. Durante unos años trabajé y trabajé sin descanso. Lo que mis compañeros no sabían es que la razón de este estudio no era otra que la de "resucitar" a mi querida esposa y a mi querida hijita. Tras varios fracasos, un joven de mirada aviesa me ofreció un puesto de trabajo en la empresa donde trabajaba. Sin pensarlo, acepté.
Me enviaron a una gran mansión situada en la pequeña localidad de Isla Canela.
Por Arceus, aquel lugar estaba equipado con la más avanzada tecnología y estaba toda a mi entera disposición. Durante un tiempo seguí con mi investigación sobre la clonación. Esta vez conseguimos clonar a un Charmander, a un Squirtle y a un Bulbasaur. Por desgracia estos clones resultaron ser muy inestables y al cabo de unas horas acabaron por morir. Un buen día llegó al laboratorio un extraño ser, un nuevo tipo de Pokemon al que lamamos Mew. Arceus sabe cuántas pruebas hicimos con el pobre Mew, pruebas que se realizaban aún cuando hacíamos daño al pobre Pokemon.
El 6 de Febrero de 1999 nació el clon mejorado de Mew. A esta nueva criatura la llamamos Mewtwo.
Motivados por el satisfactorio resultado, empezamos a experimentar con él llevándo su cuerpo hasta el límite. Pero, un buen día, Mewtwo se rebeló contra nosotros y destruyó el laboratorio para escapar. Desconozco el actual paradero de la criatura. ¿Como logré escapar de la explosión y de la destrucción del laboratorio? Parece ser que logré parapetarme detrás de una mesa metálica de las que disponíamos.
Cuando por fin los ánimos se hubieron calmado, decidí que ya no volvería a hacer daño a los Pokemon, sino que los cuidaría y ayudaría en la medida en que me fuera posible. Tras haber decidido esto, volví aquí, a mi pueblo natal y fundé el refugio Pokemon que hasta hoy he regentado con orgullo.
Reina, espero que puedas perdonarme por no haberte contado la verdad antes, pro tenía miedo de que, aterrada por mi crimen, me dejaras solo a cargo del refugio. Quiero que a partir de ahora, con esta verdad ante ti, te hagas cargo del refugio para que su labor sobreviva a la memoria de este viejo loco cuyo único pecado fue intentar volver a ser feliz y que espera ser perdonado por aquellos a los que engañó.
Con todo mi amor,
Dr.Fuji